Las áreas protegidas en la República Dominicana son regiones específicas
designadas por el gobierno dominicano que están sujetas a un conjunto de leyes
y regulaciones para asegurar la preservación de su riqueza ambiental y cultural. Estas áreas
son esenciales para la conservación de la biodiversidad del país, ya que
albergan una gran variedad de ecosistemas naturales y más del 90% de las
especies de flora y fauna endémicas reportadas en el país.
La República
Dominicana ha protegido el 25.32% de su territorio terrestre y el 10.8% de sus
aguas marinas, según la Ley 66-071. Hasta la
fecha (agosto, 2023), el Sistema Nacional de Áreas Protegidas incluye 131
unidades de conservación, que se dividen en seis categorías y trece
subcategorías de manejo, alineadas con las definiciones de la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza-UICN.
Algunas de
estas áreas protegidas han recibido reconocimiento internacional, como los
Parques Nacionales Jaragua, Sierra de Bahoruco y Lago Enriquillo, que forman
las áreas núcleo de la Reserva de Biósfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo. Además, el
Parque Nacional Lago Enriquillo ha sido declarado Humedal de Importancia
Internacional bajo la Convención Ramsar.
Estas áreas
protegidas no solo buscan conservar y proteger los recursos naturales, sino
también ofrecer oportunidades para la recreación y el turismo, y servir como
base para una industria turística dominicana que se adhiere a los principios
del desarrollo sostenible.
Sin embargo, las áreas protegidas en la República Dominicana
enfrentan varios desafíos. Uno de los
principales problemas medioambientales del país es el desarrollo de actividades
agrícolas en áreas protegidas. Muchos proyectos en base a fuentes renovables, que en los últimos cinco
años han ganado un importante espacio en el sistema eléctrico nacional, se han
desarrollado sin tomar en cuenta su posible impacto en las poblaciones,
territorios destinados para la producción agrícola o áreas protegidas.
A pesar de estos desafíos, el futuro de las áreas protegidas
en la República Dominicana parece prometedor. El país está trabajando para cumplir con la meta nacional de que para el
2025 las fuentes renovables representen el 25% de la generación de electricidad. Además, el gobierno está implementando programas de compensación para los
agricultores que realizan actividades en áreas protegidas.
Las áreas protegidas y parques naturales de la República
Dominicana juegan un papel crucial en la conservación de la biodiversidad, el
desarrollo sostenible y la economía del país. Aunque enfrentan desafíos, el
futuro parece prometedor con la implementación de políticas y programas para
proteger y preservar estas áreas valiosas.
Escrito por Ambar Rodriguez
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